Desde el jueves me duele mucho la cabeza, odio enfermarme, me hace sentir débil, y lo último que quiero en esta vida, es ser débil, frágil, sin sueños.
Y hoy me dolía tanto que no tenía apetito y el vértigo comenzaba a saludar la náusea. Tuve que recurrir a una infravenosa de las que tanto me corro, no tengo miedo a las agujas, pero sí a los químicos.
Recordé porque trato de cuidarme tanto.
No es una cuestión superficial, hace años que no tengo el cuerpo que los medios dicen perfecto, nunca lo tuve y no lo tendré probablemente.
Es una cuestión de vida.
Ni todos los rezos ni toda la plata ni toda la bondad podrán jamás regalarme un cuerpo nuevo.
Además......¿por qué hacerlos sufrir?
Gracias por este plato.
No quiero olvidar que la comida es un regalo de la tierra y el cielo. Conseguirla requiere de arduo trabajo.
Dame fuerzas para comer lento, conscientemente, lo necesario y sentirme agradecida. Gracias por haberme dado comida toda mi vida, a mis familiares y amigos cercanos también. Ayúdanos a que nadie se acueste sientiendo hambre, tú tampoco.
Dame compasión hacia los animales y fuerza para no necesitar hacerlos sufrir para alimentarme. Permite que mi alimentación no dañe el medio ambiente ni explote personas vulnerables.
Bon Appetit
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